Tatuajes y esclerosis múltiple: ¿hay relación?


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Los tatuajes podrían estar relacionados con ciertas enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, según un estudio de la revista Scientific Reports. Ciertos componentes de las tintas pueden quedarse acumulados en los ganglios linfáticos, alterando las proteínas de las membranas celulares.

La práctica del tatuaje es una costumbre de hace miles de años; el año 1991 se encontró congelado un cazador de la época neolítica de aproximadamente 5300 años, Ötzy, que llevaba la espalda y las rodillas tatuadas. Más adelante, se ha practicado a lo largo de los diferentes tiempos y culturas: en la Edad Media por los caballeros templarios, para diferenciarlos de otros cadáveres, aunque estaba prohibido para el resto de personas en occidente por la Iglesia católica; en la Polinesia, donde más tradición existe, es un símbolo de jerarquía y respeto por la comunidad; en Egipto, las mujeres se tatuaban porque el tatuaje tenía una función mágica y protectora. Y así ha sido a lo largo de los siglos hasta la actualidad.

Aun tratándose de una práctica tan antigua y habitual … ¿Puede tener consecuencias para la salud exponer nuestro cuerpo al arte de los tatuajes? ¿Las tintas que se inyectan para crear dibujos, frases o iniciales carismáticas son inocuas? ¿Qué pasa con estas partículas que componen los colores? ¿Reacciona nuestro cuerpo ante estos agentes? ¿Existen diferentes tipos de tintas? ¿Cuáles son mejores para la salud?

La tinta de un tatuaje es una intrusa, nuestro cuerpo no la reconoce, y reacciona activando el sistema inmunitario con el fin de protegernos y defendernos de agentes no identificados. Este mecanismo es un hecho, lo que realmente es una incógnita son las posibles complicaciones para la salud. Los diferentes tipos de tintas se pueden dividir en dos, según su origen:

  • Tintas vegetales: se obtienen de forma natural, sus pigmentos son orgánicos, por lo tanto, es de suponer que no nos provocarían problemas en la piel tipo alergia o similares. Por contra, sus colores no son tan vivos y se decoloran más rápidamente que las acrílicas.
  • Acrílicas: son sintéticas, creadas a base de metales que pueden provocar problemas en nuestra piel, no se decoloran con tanta facilidad, los colores son más vivos e incluso dan otro toque a los dibujos en la piel.

La tinta de un tatuaje es una intrusa, nuestro cuerpo no la reconoce, y reacciona activando el sistema inmunitario con la finalidad de protegernos y defendernos de agentes no identificados.

Riesgos e inconvenientes médicos relacionados con los tatuajes

La experiencia y los estudios realizados hasta la actualidad describen los riesgos conocidos de los tatuajes: infecciones cutáneas de la zona tatuada o incluso complicaciones como las infecciones sistémicas (bacterianas, víricas, hepatitis B o C, SIDA, Tétanos…), inflamación, reacciones alérgicas y en el peor de los casos el desarrollo del cáncer de piel. Pero no acaban aquí los “contras médicos”:

  • Tienen que pasar de 4 a 12 meses para ser donante de sangre: así se garantiza que la persona no haya infectado durante el proceso de creación del tatuaje.
  • Las personas inmunodeprimidas o con tratamientos inmunosupresores no se deberían tatuar, ni los trasplantados o los pacientes con leucemia: son personas con depresión del sistema inmunológico, en consecuencia aumentan las probabilidades de contraer infecciones.
  • Se deben evitar zonas con pecas: si en algún momento es necesario hacer un estudio de ese lunar, sería casi imposible detectar un cáncer de piel.
  • Las personas alérgicas deben informarse concienzudamente. El color rojo es conflictivo, lleva en su composición una elevada cantidad de metales (rico en mercurio). Esto provocará un retraso en la cicatrización y en la curación, por lo tanto, se intensifica la probabilidad de reacciones alérgicas cutáneas agudas y / o crónicas, además del riesgo de infección.
  • Si se necesita una resonancia magnética, la zona tatuada puede sufrir ardor e inflamación, siempre que se hayan utilizado tintas ricas en metales pesados. Si el tatuaje es extenso, está desaconsejado realizar la prueba exploratoria.
  • Hay que tener en cuenta que se desaconseja aplicar electrocirugia sobre la zona tatuada, dado que el metal es un gran conductor y podría provocar una quemadura considerable.
  • No tatuarse en la zona lumbar, en especial, los anestesistas no administran anestesia epidural por el riesgo de entrada por arrastre de las partículas de plomo o metales pesados ​​en el espacio epidural.
  • Hay que recordar que, por cuestiones estéticas, las mujeres que deciden tatuarse en la zona abdominal deben tener en cuenta que en el momento del parto aumentará la probabilidad de la formación de estrías y en consecuencia una distorsión del dibujo.

Los componentes tóxicos de las tintas son pigmentos orgánicos e impurezas, el níquel, el cromo, el manganeso o el cobalto, el pigmento blanco formado por dióxido de titanio (retraso de la cicatrización, inflama la piel y provoca prurito), el rojo formado por derivados del mercurio (reacciones alérgicas) y el negro que se compone por hidrocarburos aromáticos policíclicos (produce cáncer). En definitiva, son productos potencialmente cancerígenos.

Los tatuajes y las enfermedades autoinmunes

En la actualidad, la revista Scientific Reports ha publicado que podría haber una relación entre los tatuajes y las enfermedades autoinmunes. Explica que los pigmentos orgánicos utilizados quedan retenidos en el tejido cutáneo, pero, además, las partículas más pequeñas pueden ser transportadas por células inmunitarias hasta los ganglios linfáticos, donde se acumulan, los tiñen con los mismos colores que se incrustan en la piel y aumentan de manera crónica. Esta acumulación de la tinta en los ganglios puede dificultar o interferir en el diagnóstico de un cáncer.

Los pigmentos orgánicos utilizados quedan retenidos en el tejido cutáneo pero, además, las partículas más pequeñas pueden ser transportadas por células inmunitarias hasta los ganglios linfáticos, donde se acumulan

Hay que decir que los efectos de borrar un tatuaje empeoran la situación, dado que el láser utilizado desmenuza las partículas grandes en fragmentos más pequeños y, por tanto, estos podrán viajar por el cuerpo y acumularse también en los ganglios. Así pues, con poca evidencia científica aún por falta de estudios y, tal vez, de manera arriesgada, se puede concluir que, si una exposición continuada a estos compuestos puede hacer que se acumulen partículas tóxicas en los ganglios del sistema inmune y alterar las proteínas de las membranas celulares, provocando la aparición de enfermedades crónicas y autoinmunes (como por ejemplo la esclerosis múltiple), los tatuajes se podrían considerar un potencial factor de riesgo ambiental para desarrollar enfermedades crónicas?

Autora: Sílvia Peralta, enfermera. Número colegiada 3364.

Referencias

El Mundo (2017). La tinta de los tatuajes afecta al sistema inmune.

Scientific Reports (2017). Synchrotron-based ν-XRF mapping and μ-FTIR microscopy enable to look into the fate and effects of tattoo pigments in human skin. 

Academia Española de Dermatología y Venereología (2017). Tatuajes y evidencia científica sobre su efecto en la salud. 

Bundesinstitut für Risikobewertung 

Redacción Médica (2017). Los especialistas demandan a Europa que regule las tintas de los tatuajes.

Redacción Médica (2017). La tinta acumulada en los ganglios genera falsas alarmas de melanoma.

European Synchrotron Radiation Facility (ESRF) 

The Lancet (2016). A medical-toxicological view of tattooing. 

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