Imagínate que aportas 250 € anuales. Tu desgravación sería del 80% y desgravarías un total de 200 €. Así, al final tu aportación real es de 50 €.
Ahora imagínate que aportas 300 €. Por los primeros 250 €, continuarías teniendo un 80% de desgravación, o sea, 200 € de deducción. En cambio, por los 50 € restantes desgravarías un 40%, que supondrían 20 € de deducción.
Si hiciera 3 años que estuvieras aportando 300 € en los 50 € restantes desgravarías el 45% en lugar del 40%.